top of page

Nicaragua en Cuba

Por Francisco Almagro (Del libro Cronicas de Nicaragua: Imagenes internacionalistas, fragmento)


En 1979 Nicaragua era noticia en Cuba. El Frente Sandinista de Liberación Nacional Augusto Cesar Sandino, un grupo guerrillero polimorfo con tendencias de todo el espectro político avanzaba sobre la capital, Managua. La derrota de Anastasio Somoza Debayle, alias Tachito, era inminente. Para julio de 1979 los sandinistas rodearon Managua. Tras abandonar Somoza territorio nacional, después de decenas de años de lucha, los insurgentes entraron victoriosos a una ciudad que los recibía como salvadores.

Todo lo que se sabía de Nicaragua en Cuba era que se trataba de un país muy pobre, y un terremoto horroroso en 1972, que suscitó la solidaridad de quienes incluso adversaban a la tiranía familiar de los Somoza. El nombre de Augusto Cesar Sandino era habitual en las fábricas, los centrales azucareros y las escuelas cubanas. Quizás los fanáticos del béisbol recordaban encuentros con el equipo nacional nicaragüense, un contrincante siempre difícil de vencer.

Tan pronto la llamada Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional tomó el poder, la cooperación de Cuba con los sandinistas se hizo masiva: médicos, deportistas, maestros, ingenieros, y militares para asesorar en temas castrenses y de inteligencia.





Al mismo tiempo, fueron enviados a la Isla los primeros estudiantes para cursar carreras de medicina, ingeniería, economía y magisterio. Muchos de los cooperantes que habitan estas páginas eran muy jóvenes o estaban en la primera madurez cuando recibieron en sus ciudades y universidades esos nicaragüenses. Unos años más tarde, ellos irían al país de los lagos y los volcanes, voluntarios si cabe el término –compromisos políticos, necesidades económicas-, y conocerían a la verdadera Nicaragua, con sus luces y sus sombras. Conocerían también, y de primera mano, la guerra. La guerra que es toda noche, y apenas un rayito de luz cuando amanece temprano.

Para ciertos cubanos no hubo regreso. Unos murieron allí. Otros encontraron en esa tierra el amor que les faltaba, y el dinero y el respeto que jamás ganarían en su país. Varios tuvieron hijos y hoy permanecen en Nicaragua.

La palabra Nicaragua deriva, según fuentes, del cacique Nicarao o Niqueragua. La exploración y conquista del territorio en 1527 por Gil Gonzáles Dávila ha creado una historia paralela entre Nicaragua y México frente al invasor español: como los aztecas Montezuma y Cuauhtémoc, Nicaragua tuvo a Nicarao como dialogante y a Diriangén guerrero opuesto a cualquier arreglo con los peninsulares.

“¡Ay Nicaragua, Nicaragüita!, la flor más linda de mi querer”, cantaba Carlos Mejía Godoy en la radio cubana por aquellos años.

Comments


Contacto

Thanks for submitting!

© 2023 by Train of Thoughts. Proudly created with Wix.com

bottom of page