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EN POCAS PALABRAS

  • Foto del escritor: Francisco Almagro
    Francisco Almagro
  • 6 sept
  • 4 Min. de lectura

Ultimos dias de la Hacienda: Un chino “atrá” 

Confucio. Wikipedia
Confucio. Wikipedia

Por Francisco Almagro Domínguez

Si algún personaje le faltó al teatro bufo cubano fue el chino. Junto con el negrito, el gallego y la mulata, el “narra” es parte indisoluble de la cultura cubana. La explicación pudiera estar en que los chinos no entraron masivamente en Cuba hasta 1847-48, y el teatro bufo tuvo su nacimiento poco después de la mitad del siglo. Los chistes y las comedias con asiáticos como protagonistas es fruto de ellos en las ciudades, sobre todo en la Habana. El barrio chino de la capital estuvo entre los más grandes del mundo, rivalizando con los de Nueva York y San Francisco.

Como la trata negrera entró en decadencia desde que España y Gran Bretaña firmaran la extinción en la segunda década del XIX, a los hacendados no se les ocurrió mejor idea que “hacer un cuento chino a los chinos”: trajeron cientos, miles de culíes, como les llamaban, prometiéndoles terrenos, casas, empleos. Aquello se conoció como la “Trata de Culíes” y resultó en una semi esclavitud que dio origen, vaya cosas que tiene la vida, a que los negros libres se unieran a los recién llegados de Asia, tan miserables y explotados como ellos, y cuajaran una preciosa mixtura tropical, el mulato(a) achinado(a).

Un libro muy recomendable es De Cantón a La Habana, del escritor Alfredo Pong si se quiere conocer cómo se fueron imbricando culturas tan diferentes en la literatura, la música, la culinaria, y en la fraseología popular. Cuba y su gente no serían lo mismo si faltara el ingrediente oriental. Hay frases como “a ese no lo cura ni el medico chino” cuyo origen real fue un galeno a quien parece se le daba como arte la cura milagrosa. Otra frase, un tanto despectiva, es “dile a un chino que te ponga un cuarto”. Proviene de que la mayoría de los emigrantes eran hombres. Alquilaban piezas de una sola habitación. “Tiene la paciencia de un chino” indica que la persona puede alcanzar lo que quiera a su tiempo, sin desespero, justamente la idiosincrasia de ese pueblo milenario.

Pero cuando oímos decir que alguien “tiene un chino atrás” sabemos que lo persigue la mala suerte, la desgracia. Realmente no sabría decir por qué el chino debe estar a la espalda de uno para que las cosas no salgan bien. En De Donde son los Cantantes (1967) el gran escritor cubano Severo Sarduy hace aparecer un chino con una calabaza en la mano -la calabaza en este caso, ¿qué significa? En la película Alicia en el Pueblo de Maravillas, de Daniel Diaz Torres (1991), a cada rato sale un cocinero asiático detrás de la protagonista afilando un “matavaca”.

En la “mala suerte” debe haber estado pensando el Designado cuando ha emprendido un viaje al Lejano Oriente, tal vez con el propósito de averiguar qué le pasa a la Continuidad, por qué todo sale mal o no sale. Quiere el Designado que no le caminen “atrá”. Sabemos que su periplo comenzó por el país del Do Moi -quiere decir renovación en vietnamita. En 1986 el Partido Comunista de la Tierra de los Anamitas creyó que la única manera de salir adelante era descentralizar la economía y aplicar reformas de mercado. Una nación que vivió medio siglo en guerra, y termino destruida, hoy puede ser otro “tigre” en esa zona del mundo. El comunismo vietnamita no es una democracia. Quizás para esas culturas, mientras el ciudadano viva decentemente, no importa quien habite el Palacio Real.

Después de recoger la limosna de una docena de millones de dólares -con la mitad pagaría el avión, los hoteles, los guardaespaldas, y la boutique de la Primera Designada-, el itinerante se unió al nuevo bloque antidemocrático. El nuevo emperador chino ha proclamado sin ambages que busca la Gobernanza Mundial -palabras del camarada Xi Jimping. Habrá que tomar partido, y ha subrayado: es la paz o la guerra. Una parte de la humanidad parece no haber visto el peligro de esta reunión de autócratas. O han olvidado que de esa misma manera y con argumentos similares se unieron los Países del Eje, Alemania, Japón e Italia.

En todo caso, en la caminata donde el zar invasor hablaba del hombre biónico, iban los chinos delante -Xi y el camarada Kim Jon Un, más conocido como Rocket Man-, y el grisáceo Designado detrás, precavido, juicioso, diríase supersticiosamente caribeño. Se ha reunido con los empresarios de la Nueva China, aquella de la que Deng Xiaoping dijo que no importaba que el gato fuera negro si cazaba ratones. A la caza de oportunidades, y no gatos, anda el Continuista.

Ha ido a ponerse detrás de los asiáticos para, aunque sea, una buena se le dé. Nunca camina -ver los videos- con chinos detrás, sino con unos mulatones que de Oriente solo tienen el certificado de nacimiento. En nombre de otros, por supuesto, brinda a los camaradas inversores chinos “todas las oportunidades” en la Hacienda. Quiere, acaso, enmendar una falla histórica: que sean ahora los chinos los hacendados, y los cubanos que sigan creyéndose el “cuento chino”. No obstante, si lo desean, se busquen un chino que les “ponga un cuarto” … con luz eléctrica y agua.

El problema aquí es que del antiguo barrio chino de La Habana apenas quedan tres callejones, y en sesenta y seis años ningún asiático "de verdad" ha vuelto a vivir allí. Es una Hacienda descapitalizada que ni arroz produce -los vietnamitas han logrado en pocas hectáreas una cosecha casi tan grande como la de toda la Isla. Olvida la tropa continuista en busca de mecenas y cuerpos parasitables, que los chinos son conocidos, además de por su paciencia, por su memoria. No necesitaban apuntar nada en la bodega ni en el tren de lavado. Un chino “fía”, pero nunca olvida que le debes una peseta.

Parece que los compañeritos del Palacio de la Involución creen que pueden seguir timando a quienes se proponen rivalizar con Occidente en el Siglo XXI. Desde la distancia de 1,500 años, Confucio susurra cual hojas de bambú movidas por una tierna brisa otoñal: Si ya saben lo que tienen que hacer y no lo hacen, entonces estarán peor que antes.

 

 
 
 

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