top of page

Virgen de la Caridad, ruega por Cuba

  • Foto del escritor: Francisco Almagro
    Francisco Almagro
  • hace 4 días
  • 4 Min. de lectura
ree


Por Francisco Almagro Domínguez 

A principios del milenio la Iglesia Católica cubana tuvo la idea de conmemorar otro  8 de Septiembre a la Virgen de la Caridad del Cobre con una historieta. Debía ser un guion de fácil y amena lectura. Los dibujos de personajes y lugares históricos completarían, y en algunos casos darían conocer por primera vez a muchos lectores por que la Virgen de la Caridad no es solo un símbolo religioso. Es, para que se comprenda, el Ser cubano, tan importante como lo es el himno y la bandera.

A quien escribe estas letras correspondió ese altísimo reto de hacer el guion de los “muñequitos”. Monseñor José Félix Pérez, entonces secretario adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba hizo las gestiones  pertinentes para sufragar los gastos en dólares, por supuesto. Los donantes, anónimos hasta hoy, fueron generosos. La impresión debió hacerse fuera del país. Ninguna editorial de Cuba, todas adscritas al régimen y controladas por el Departamento de Asuntos Religiosos en este caso, aprobarían el proyecto.

La historia era la siguiente: durante la visita de San Juan Pablo II al Santuario Nacional del Cobre, un niño pregunta a su abuelo, santiaguero, quien era la Virgen de la Caridad y por qué la devoción. La narrativa parte de un hecho real. Salvo los creyentes y algunos curiosos de la historia Patria, en Cuba el desconocimiento sobre esa imagen es bochornoso. Es como decir que un mexicano no sabe quién es la Virgen de la Guadalupe, un argentino Nuestra Señora de Lujan, o para un español La Virgen del Pilar. Porque más allá de ser practicante, la religiosidad de una nación habla de su propia historia, su cultura, hasta de su idiosincrasia.

Mencionaba la palabra reto, y no porque construir algunas cuartillas fuera difícil como trabajo escritural. Suponía que, aunque católico, debido a que pertenezco a una generación nacida y crecida con el proceso materialista de 1959, muchas lagunas tendría, como fue en realidad. Y debo decir que fue una experiencia agridulce: uno crece cuando conoce a fondo la historia verdadera; duele saber de ocultamientos, manipulaciones, borrar de un pueblo algo tan sagrado como el centro espiritual.  

Hoy peinando canas, a más de 25 años de aquel desafío, y a punto de ser 8 de septiembre, tengo la misma sensación de dolor y alegría. Dolor porque el régimen sigue ignorando tan importante celebración, que rebasa lo religioso, lo nacional, para ser de todos los cubanos donde quiera que estén. Alegría porque hoy las iglesias de Miami han estado abarrotadas de cubanos, y la televisión anuncia la acostumbrada peregrinación de la Virgen Mambisa desde la Ermita de la Caridad -padres, hijos y nietos nacidos acá- el lugar a donde casi todo cubano recién llegado lleva un ramo de flores, y lo deposita frente a ese enorme mural que recoge todo el bregar patrio.  Imagino que en la Isla sucederá algo parecido.

Mucho, desgraciadamente, han mentido y omitido sobre la importancia de la Virgen de la Caridad del Cobre al “Hombre Nuevo”. ECURED, que pretende ser la “Wikipedia cubana” apenas menciona algunos detalles.  “La imagen de la Caridad del Cobre está vinculada a la historia patria, pues acompañó a las tropas del Ejército Libertador en los campos de guerra contra la colonia española”, se lee. No es suficiente, compañeros. Los mambises combatían con una cinta en sus sombreros con la medida exacta del tamaño de la Virgen. Mencionan que Carlos Manuel de Céspedes utilizo el dosel sobre el cual reposaba la Virgen para hacer la primera bandera  cubana, la de Bayamo, pero no que en su casa, culta y adinerada, se veneraba la imagen como muestra de rebeldía, de sentido de cubanidad. Tampoco es cierto que en La Damajagua se liberaron los esclavos por primera vez. Eso sucedió en las minas del Cobre, donde está hoy el santuario Nacional, en 1800.

ECURED menciona la devoción de Mariana Grajales, y como el Titan de Bronce en realidad se llamaba Antonio de la Caridad Maceo.  Pero olvida el detalle histórico de que Mariana, delante de la imagen de la Virgen, hizo jurar a sus hijos que lucharían  hasta morir por la Patria. Nunca olvidar que para la religión afrocubana la Caridad del Cobre se sincretiza en Oshun, orisha del amor, y la fertilidad, las aguas dulces y los arroyos, la alegría, la protección del no nacido, y su color es el amarillo, y el girasol es su flor, presente hoy en cada hogar que venere a la Patrona de Cuba.

Ernest Hemingway, nada creyente, depositó la medalla del Premio Nobel de Literatura en el Santuario del Cobre. “Papa”, como lo llamaban cariñosamente los cubanos, siempre dijo que era un cubano “sato”. Me parece recordar que el ex Máximo Líder alguna vez se postuló a la Asamblea Nacional por el poblado de El Cobre. Y quizás los más veteranos, que van quedando pocos, son testigos de que los “barbudos” al bajar de la Sierra tenían medallitas de la Virgen de la Caridad en sus pescuezos. A Celina Gonzáles, que jamás disparó un tiro, le costó años de mutismo musical cantarle a Santa Barbara y a la Virgen del Cobre. Mejor suerte corrió José María Vitier con su “Misa Cubana”, o en otra época, Miguel Matamoros, con la muy conocida “Veneración”: Y su vas al Cobre, quiero que me traigan una virgencita de la caridad/yo no quiero flores yo no quiero estampa/ lo que quiero es una virgen de la Caridad

Si, es imposible que el régimen celebre con júbilo y reverencia el Dia de la Caridad del Cobre. Caridad quiere decir amor. Y la Virgen madre de Dios, es madre de todos, no de unos pocos. Virgen Mambisa, la canción compuesta por Rogelio Zelada y Orlando Rodríguez así lo pide: Madre que en la tierra cubana/riegas desde lo alto tu amor/ Madre del pobre y del que sufre/Madre de alegría y dolor/ todos tus hijos a ti clamamos/ Virgen mambisa, que seamos hermanos.

 
 
 

Comentarios


Contacto

Thanks for submitting!

© 2023 by Train of Thoughts. Proudly created with Wix.com

bottom of page